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La cirugía comenzó siendo una solución reservada a los casos más extremos de obesidad mórbida, por su coste, riesgo, molestias y secuelas. Sin embargo, durante los últimos años se ha ido ampliando su campo de aplicación a casos menos graves. Una reciente revisión de estudios, en varios países, podría hacerla aconsejable para pacientes con obesidad entre moderada y severa (IMC entre 30 y 40) con diabetes tipo 2.
Recordemos que el IMC es el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la altura en metros. Suele considerarse que la obesidad comienza en un IMC de 30 (por debajo de esa cifra, es sobrepeso), que correspondería, por ejemplo, a una persona que pesara 92 kilos y tuviera una altura de 1,75 metros. Hasta hace poco, la posibilidad de que alguien de estas características pasara por el quirófano para reducir estómago parecía ilógico. Un reciente estudio parece demostrar que no lo es en absoluto, si el paciente sufre diabetes tipo 2.
A este respecto, no hay que olvidar que una parte importante del riesgo se debe a las complicaciones derivadas de dicha obesidad extrema; de ser esta moderada, se disminuye, lógicamente, el riesgo de la intervención. Además, ha demostrado su eficacia en lo que se refiere a rebajar el peso de manera muy notable y, lo que es más importante, perdurable.
La diabetes tipo 2 (que suele evidenciarse a partir de los 40 años) es una alteración en el metabolismo de los hidratos que supone un exceso de azúcar en la sangre, lo que puede ocasionar problemas graves en diferentes órganos y partes del cuerpo, como riñones, corazón, cerebro, ojos o extremidades. La razón no suele residir en la falta de insulina (que permite la absorción de los hidratos), sino en una resistencia de las células a la acción de dicha insulina.
Hay que tener en cuenta que la obesidad es uno de los principales factores que aumentan esa resistencia. De hecho, la mayoría de los diabéticos tipo 2 sufren sobrepeso u obesidad. Por eso, lo primero que prescribe el médico es una dieta para reducir el peso. Pero, ¿y si la dieta no consigue el resultado deseado? Entonces, la diabetes puede progresar y ocasionar graves dificultades.
En el II Congreso Mundial sobre Terapias Intervencionales para la Diabetes Tipo 2, la Unidad de Economía Sanitaria de la Universidad Deakin (Melbourne, Australia) presentó una investigación basada en la revisión de 16 trabajos ya publicados sobre la eficacia de la cirugía bariátrica, que incluía las técnicas del “bypass” y la banda gástrica. Dichos trabajos se habían realizado en diferentes países, como Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia.
Los resultados fueron que los beneficios de la cirugía superaron a los costes de ésta en todo tipo de pacientes, pero en el caso de los que padecían diabetes tipo 2, los beneficios pudieron estimarse en el doble de ventajosos que en aquellos que no la padecían. Por ejemplo, la remisión de la diabetes fue cinco veces mayor en el grupo que se sometió a cirugía que el grupo que recibió tratamiento convencional.
La investigación concluye que los pacientes obesos (aun con obesidad moderada) con diabetes tipo 2 pueden obtener un gran provecho de la cirugía bariátrica, pues a los beneficios de la disminución de peso se suman los de la probable remisión o mejora sustancial de esta enfermedad, lo que se traduce en más salud, más calidad de vida y más longevidad.
Otro aspecto a tener en cuenta es que este beneficio es tanto mayor cuanto antes pase el paciente por el quirófano, una vez diagnosticada la diabetes, para no permitir el progreso de dicha enfermedad.
Vía adelgazar.net
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